Mi forma de trabajar

En el trajín diario, a menudo es difícil encontrar momentos para conectar verdaderamente contigo mismo. En mi enfoque terapéutico, creo un espacio seguro donde puedes detenerte, respirar profundamente y explorar tus emociones y pensamientos sin juicio alguno.

Durante nuestro trabajo, me guío por tus necesidades únicas. Esto implica explorar diversos aspectos de tu ser y tu vida, permitiendo que surjan aquellas áreas que requieren mayor atención. Mi objetivo es proporcionarte una comprensión integral de ti, integrando tanto tus fortalezas como las áreas que deseas explorar y trabajar.

El tipo de vínculo que se establece entre paciente y terapeuta es en su naturaleza sanador. Para entender cómo te relacionas, veremos las formas de vincularte con tu entorno y las relaciones importantes de apego que hayas tenido y tengas en tu vida.

Tus experiencias pasadas, tu historia vivida, te pueden ayudar a entender algunas de las situaciones que vives en tu día a día. A veces es necesario mirar atrás para poder avanzar en el presente. No nos quedaremos únicamente mirando al pasado, o recordando situaciones, lo que haremos será traer al presente aquello que, para distintas razones, ahora necesites mirar.

Poner conciencia en el aquí y ahora te sirve para darte cuenta de lo que estás sintiendo, pensando, haciendo, y con ello, hacerte responsable de ti. En la sesión trabajamos a través de la experiencia presente, que se expresa en ti a través de tu cuerpo y sensaciones en el momento de la sesión. Pasado y futuro influyen en tu presente.

Tus pensamientos, acciones y sentimientos te hacen ser quien eres. Por ello trabajamos con la forma en la que aparecen en ti en tu día a día.

La coherencia entre lo que sientes, piensas y haces, nos lleva a sentirnos en equilibrio. Cuando esta coherencia no se da, tenemos sensaciones que nos traen el mensaje de que algo no va bien.

Darnos cuenta es la oportunidad para poder revisar aquello que es necesario atender.

El cuerpo, este lugar físico donde reside tu sentir y tus emociones, es otro gran anclaje para darte cuenta de aquello que se está moviendo por dentro, aquello que te está pasando. Pondremos atención a tus sensaciones corporales, tanto a las más agradables, a las que no lo son tanto, y/o a la ausencia de las mismas.

Nuestra postura, movimiento, quietud, dolencias, tienen relación con nuestro mundo interno.

Es importante contemplar tu red social, tus apoyos externos, las relaciones sociales, el contexto que te rodea e influye en lo que eres. Familia, pareja, amistades, relaciones laborales.

Tus propios recursos, algunos aún por salir al exterior, pero todos dentro de ti. La forma de relacionarte contigo, cómo te tratas y te contemplas a ti.

Saber cuáles son tus necesidades y las opciones de satisfacerlas dentro de tus posibilidades, te ayuda como guía para moverte hacia la búsqueda de las mismas.

Sentirte responsable te da un papel activo en tu vida, pudiendo asumir las consecuencias de tus actos y aprendiendo de los mismos. Esta responsabilidad sobre ti, te ayudará a sentirte capaz de generar cambios y tomar protagonismo en tu vida.

La toma de conciencia sobre cómo respiras, cómo coges del exterior y cómo sueltas aquello que tu cuerpo no necesita.

Diferentes herramientas meditativas pueden ayudarte a traer tu atención al momento presente. En algunas situaciones, podremos realizar sencillos ejercicios donde con ayuda del fluir natural del aire al entrar y salir de tu cuerpo, podrás conectarte con aquello que estás sintiendo, calmarte si lo necesitas, activarte y darte cuenta del gran recurso que tienes en tu respiración.

Maneras de actuar, pensar y sentir de las que no eres consciente, algunas ya no te sirven y no te hacen sentir bien. Poner conciencia sobre estos mecanismos que te han ayudado y que quizás ya no lo hacen, para poder digerir y quedarte con aquello que sí te sirve y soltar lo que no te está ayudando.

En este proceso te vas dando cuenta de lo que verdaderamente eres, desprendiéndote de aquello que te sobra y no te pertenece, siendo consciente cada vez más de tus necesidades y de cómo puedes satisfacerlas.

Vas apoyándote en tus propios recursos, para ver lo que hay, entenderlo, atravesarlo y seguir caminando en tu vida.